La profesora procede a a entregarnos unos trozos de genero con una liga pegada con el fin de taparnos los ojos y experimentar en parejas y en carne propia lo que es ser ciego por unos instantes. Se inició junto a explicaciones de la profesora y partimos siendo ciegos de momento. La sensación de perder un sentido, y específicamente ese es de impotencia, no saber que se encuentra a tu alrededor, sentirse desorientado y literalmente en negro, simplemente es como estar solo contra el mundo sin poder ver, absolutamente nada.
Lo que mas quedó en este experimento social (si puede ser llamado así), es a respetar, aceptar y integrar e incluir a aquel que no se encuentre en nuestra misma condición y que podamos ser agentes de cambio en esta injusta y negativa sociedad en la cual han nacido muchas personas en condiciones de discapacidad y que constantemente son rechazadas y alejadas.
Sensibilidad y empatía.

Por: Arturo Cerda y Cristóbal Velásquez.
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